¿Qué es el estres?
El estrés es la respuesta de nuestro cuerpo a una amenaza para la supervivencia o la autoestima personal.
Muchas situaciones o acontecimientos de la vida, pueden causar estrés.
A menudo se desencadena cuando experimentamos algo nuevo, inesperado o que amenaza nuestro sentido de identidad, o cuando sentimos que tenemos poco control sobre una situación.
Todos lidiamos con el estrés de manera diferente.
Nuestra capacidad para sobrellevar la situación puede depender de nuestra genética, eventos tempranos de la vida, personalidad y circunstancias sociales y económicas.
Cuando nos enfrentamos al estrés, nuestro cuerpo produce hormonas, que desencadenan una respuesta de lucha o huida y activan nuestro sistema inmunológico.
Esto nos ayuda a responder rápidamente a situaciones peligrosas.
A veces, esta respuesta al estrés puede ser útil: puede ayudarnos a superar el miedo para una entrevista laboral o dar un discurso, por ejemplo.
Nuestras hormonas del estrés generalmente volverán a la normalidad rápidamente, una vez que termine el evento estresante, y regresemos a la calma.
Sin embargo, demasiado estrés puede tener efectos negativos.
Puede dejarnos en una etapa permanente de lucha o huida, y por lo tanto abrumados o incapaces de hacer frente a una situación.
A largo plazo, esto puede afectar nuestra salud física y mental.
¿Qué nos estresa?
Muchas cosas pueden provocar estrés: un duelo por la pérdida de un ser querido, un divorcio o una separación, la pérdida de un trabajo o problemas inesperados de dinero.
Incluso los cambios positivos en la vida, como mudarse a una casa más grande, obtener un ascenso laboral o irse de vacaciones, pueden también ser fuentes de estrés.
Si una persona se siente estresado en estas situaciones, es posible que tenga dificultades para comprender el motivo, o que no esté dispuesto a compartir sus sentimientos con los demás.
La conexión entre la mente y el cuerpo se hace evidente, cuando se examina el impacto que el estrés tiene en la vida.
Sentirse estresado por una relación, el dinero o una situación de la vida, puede crear problemas de salud física.
La inversa también es cierta. Los problemas de salud, ya sea presión arterial alta o diabetes, también afectarán el nivel de estrés y de salud mental.
Cuando el cerebro experimenta altos niveles de estrés, el cuerpo reacciona en consecuencia.
El estrés agudo grave, como estar involucrado en un desastre natural o tener un altercado verbal, puede desencadenar ataques cardíacos, arritmias e incluso la muerte súbita.
Sin embargo, esto ocurre principalmente en personas que ya padecen una enfermedad cardíaca. ?
Además el estrés también tiene un costo emocional, ya que el estrés leve, puede producir sentimientos de ansiedad o frustración, pero el estrés crónico puede provocar agotamiento , trastornos de ansiedad y depresión.
El estrés crónico también puede tener un impacto grave en la salud. Si una persona experimenta estrés crónico, su sistema nervioso autónomo estará hiperactivo, lo que probablemente dañará su cuerpo.
Estrés y COVID-19
El miedo, la preocupación y el estrés son respuestas normales en momentos en los que nos enfrentamos a la incertidumbre, o a lo desconocido o a situaciones de cambios o crisis.
Así que es normal y comprensible que la gente experimente estos sentimientos en el contexto de la pandemia de COVID-19.
Al temor de contraer el virus y enfermarse por el COVID-19, se suma el impacto de los importantes cambios en nuestra vida cotidiana, provocados por los esfuerzos para contener y frenar la propagación del virus.
Ante las nuevas y desafiantes realidades de distanciamiento físico, el trabajo desde el hogar, el desempleo temporal, la educación de los niños en el hogar y la falta de contacto físico con los seres queridos y amigos, es importante que cuidemos tanto nuestra salud física como mental.
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