Todas nuestras células tienen pequeñas plantas de energía llamadas mitocondrias.
En ellas es donde se producen nuestra energía. El nombre de la energía que producimos es Adenosin trifosfato o ATP.
El ATP se crea del oxígeno y la glucosa que la sangre lleva a nuestras células.
Los pacientes con neuropatía generalmente tienen menos riego sanguíneo y las células, incluidos los nervios, no reciben cantidades adecuadas de oxígeno y glucosa, con lo cual las mitocondrias no pueden fabricar cantidades normales de ATP.
Los nervios, sobre todo de las extremidades, fraccionan a esta baja producción de ATP mandando señales de dolor al cerebro.
Algunas veces, la falta de sensación en lugar de dolor es el principal síntoma, ocasionando caídas u otros problemas.
La terapia con luz roja e infrarroja (fotobiomodulación) ayuda porque las mitocondrias son muy sensibles a la luz, haciéndolas producir más ATP, además de incrementar el flujo sanguíneo y con esto la llegada de glucosa y oxígeno, a los nervios.
Los fotones de la luz estimulan también la liberación de óxido nítrico hacia los vasos sanguíneos.
Cuando el óxido nítrico liberado entra en contacto con las células musculares de las paredes de los vasos sanguíneos, los músculos se relajan, aumentando el diámetro de los mismos, lo cual permite un mayor flujo sanguíneo en el área.
Incrementar los niveles de óxido nítrico en los vasos sanguíneos tiene muchos beneficios, como la desinflamación.
La inflamación ocurre cuando los niveles de oxígeno son muy bajos.
El incremento del flujo sanguíneo reduce la inflamación y regenera el tejido dañado.
Los tejidos que necesitan curarse requieren oxígeno, nutrientes, ATP y factores de crecimiento.
El óxido nítrico provee un ambiente para promover esto.
Los niveles bajos de oxígeno producen dolor en los nervios.
Todos hemos sentido el dolor que viene cuando ponemos un anillo en el dedo. La liga corta el flujo sanguíneo, dejando sin oxígeno los nervios y otras células.
El dolor cesa cuando liberamos la liga y la sangre vuelve a circular.
El óxido nítrico se incrementa en el sitio donde se aplican a terapia de luz. Junto con esto se eleva el flujo sanguíneo.
Al mismo tiempo la luz está compuesta de fotones. Los fotones son unidades cuánticas de energía.
Un fotón emitido a una longitud de onda o color específico contiene la misma energía, sin importar la fuente de luz.
La luz azul del espectro penetra unos dos a tres milímetros, la luz al final del espectro del rojo penetra de ocho a diez milímetros, y la luz del espectro cercano al infrarrojo penetra de veinte a cien milímetros.
La luz cercana al infrarrojo es más energética que la luz visible y más resistente a la reflexión y a la absorción.
La hemoglobina absorbe los fotones, haciendo que se libere óxido nítrico.
El resultado de la fotobiomodulación, es una cascada de reacciones químicas beneficiosas en las células nerviosas dañadas, que estimula la recuperación y la mejoría sensorial, ofreciendo mayor estabilidad y equilibrio al caminar.
La reducción del dolor mejora la calidad del sueño y disminuye las sensaciones de quemazón y picaduras en las extremidades.
El aumento de oxigenación reduce la inflamación, aumenta la circulación y acorta los tiempos de curación.
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